(Poema de Oscar Portela)
Pues si me he de morir
Que sea en este lecho
Donde se esgrafió mi sombra.
Amables almohadas. Dulces sábanas
Y un sahumerio en el estar pequeño.
Algún lirio que alumbre
La oscura noche deste estío.
Y alguien que vigile tras las puertas.
Cuando el aliento expire trashumante
Y en soledad y humo se convierta
Se abran mis puertas y ventanas
Para que llueva nuevamente
En el Sahara. Y ello es todo.
Con nuestras muertes
Florecen las plegarias " y el mundo que
Nos queda" es pura fuerza.
Ya no meditaremos sobre túmulos.
Y esto es todo Pedro lo que quiero.
Atentamente te saluda el espectro
Que sueña en las sabánas.
Oscar Portela
Corrientes 4 de marzo de 2008
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2 comentarios:
EL ABANDONO POEMA DE OSCAR PORTELA
A GRACIELA MATURO
EL ABANDONO
a Graciela Maturo
Poema de Oscar Portela
El cuerpo me abandona lentamente.
Los ardores de fragua del verano.
El tortuoso invierno. La recelosa cobra
Del deseo oculta en madriguera.
Los colores minados por la ausencia
De la piel renovada en staccato de cada primavera.
El oro en las arenas y el sueño, el sueño
De quien entra a la presencia como a un bosque de
Símbolos donde no estabas tú. No es un arca mi cuerpo.
No es chalupa siquiera: siniestrado por las tormentas
Y huracanes, siempre en desiertos, ¿como podría
Salvar algo de lo queda en la memoria de aquel
Pajaro Azul que ayer cantaba en mis ventanas?
Ah, llévame contigo hacia el poniente donde nada
Se pone, traspone el horizonte, piérdete entre las nubes
Más lejanas, atisba entre las cifras donde tal vez
Los ángeles arrullen el silencio de Dios.
¿Volverás a la tierra? Tal vez el pino enhiesto en la colina
Te espere como el rayo y el amor que te abandona ahora
O que nuca tuviste encuentre asilo entre sus ramas
Cuando lo yermo cede y en tus ojos vuelve el lapacho
A florecer serenamente.
___________________________________
¡Viva JOL! Oscar
Oscar Portela: una poesía que debe mirarse no leerse por Issa Martínez LLongueras
He aquí una muestra apenas de su decir poético, de su lirismo exquisito, contemporáneo y fuerte, que se derrama en la piel del lector. No, no es fácil converger en sus propuestas, para los conservadores o clásicos quizá sean atípicos sus poemas, para los que preferimos la profundidad, las imágenes, el verso libre sin corsé, encontraremos en las propuestas de Óscar Portela esa parte que nos completa en nuestra esencia humana y hasta en nuestros propios caminos poéticos.
Hay una filosofía simple en sus poemas, un simple discurrir de los tiempos y momentos, de los espacios, una franqueza arrolladora que no alcanzan a esconderse por debajo del dominio del lenguaje que caracteriza a su poesía.
Su poesía no tiene tanto que ver con la belleza (como tal), sin embargo, su poesía se hace bella por esa sencillez con la que mira el mundo, con esa resignación, con esa aceptación de sí mismo que no le exime del dolor. Su lenguaje, definitivamente, es un lenguaje de imágenes, por eso, el tipo de poesía que maneja Óscar Portela debe mirarse, no leerse, quien lo lee se queda fuera, quien mira y lleva las imágenes de su lenguaje a su mente, se estremece.
*/ La autora dirige entre otros medios la revista “Palabras Diversas”y de la Red Mundial de Escritores en Español (Remes)
Una breve visita al mundo del gran creador argentino realizado por la ensayista, poeta y directora de revistas literarias digitales Issa Martínez Llongueras.
Canto de Orfeo
poema de Oscar Portela
Y el canto, el canto, oh Dioses, que religaba
al hombre con la tierra: la dulce y beatífica
que penetrará en tus huesos y abrirá tu esqueleto
a la luz de los cielos, al viento de las sierras,
al mar, al mar, sus infinitas olas y todas las estrellas
que marca el destino de dioses y mortales,
el canto humano y celestial, demoníaco o santo,
El que ha huido del mundo
dejando tras de sí el desierto que crece,
la gran voz de los muertos,
las cenizas de la memoria que nada nombra
sino el precipicio que se adelanta de la nada:
Pronto Caronte, pon a tus remos alas
y que mi sombra y yo fulminados
seamos por el rayo que animó el canto
y es hoy sólo negra mortaja,
sólo hiedra ya seca sobre el muro que cierra
el desierto que crece, aquí en mi corazón
y en la voz de las zarzas hablaron a Moisés.
Como Constantino
poema de Oscar Portela
Cuando los Dioses nos retiran el habla,
soplo por el cual el alma canta y da
calor y neuma —todo soplo de vida—,
el ánima, empalidece y calla.
¿Cómo podría ser en su mudez
la roca, y preparar encuentros
con la luz de nuevos Dioses? ¿O
la luz tocar a diana, para " repatriándonos",
entrambos, despejar horizontes
y abrirnos al pétalo cerrado
que florece, como afirmaba Ekardth,
sin por qué?... La misma habla,
su naturaleza muta y la cizaña
sembrada en nuestros huertos,
pone cerrojos a la espera.
Empero, como Constantino
frente a la adversidad, debo mirar
caer los muros sin desertar las armas.
(los poemas pertenecen al libro Claroscuro)
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