Miroslav Holub (Checo, 1923- )
En los tiempos en que aún había asambleas generales de topos y cuando aún los topos podían ver mejor, ocurrió que se apoderó de los topos el deseo de conocer cuanto arriba había.
Así pues nombraron una comisión con el fin de descubrir cuanto arriba había.
La comisión envió a un topo de vista aguda y pie rápido, el cual, después, abandonando la tierra natal, avistó un árbol y en él un pájaro.
Y así fue concebida la teoría de que arriba hay pájaros que crecen en los árboles. No obstante a ciertos topos les pareció demasiado simple. Y enviaron otro topo a descubrir si crecen pájaros en los árboles.
En aquel momento era ya de noche y en el árbol chillaban los gatos. En el árbol crecen gatos que chillan. anunció el segundo topo.
Y así nació la teoría alternativa sobre los gatos.
Dos teorías antagónicas no dejaron dormir a un vetusto neurótico miembro de la comisión. Y subió a verlo por sí mismo. Pero entonces caía ya la noche, oscuridad
como boca de lobo.
Ni lo uno ni lo otro, anunció el venerable topo.
Los pájaros y los gatos son engaños ópticos, producidos por la refracción de la luz. En realidad arriba hay lo mismo que abajo; sólo la tierra es más inconsistente y las raíces superiores del árbol algo murmuran, pero sólo un poquito.
Y en eso quedó la cosa.
Desde entonces los topos viven bajo tierra, no crean comisiones y no presuponen la existencia de los gatos; y de hacerlo, sólo un poquito.
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