Me hago eco del artículo que, bajo el título "La Trepadora", Roberto Hernández M. publicó el sábado 30 de agosto en el diario de Caracas "Ultimas Noticias":
Una actriz declaró que para hacer el papel de Victoria Guanipa, el personaje de la novela La trepadora de Rómulo Gallegos, no necesitaba leer el libro. No diré su nombre sino el de quien le dio el garrote: Rctv. En hombre de eso este nuevo fascismo extraordinario, como Nerón a Roma, el Imperio ordenó incendiar a Caracas para protestar por la no renovación de la concesión a esa promotora de la ignorancia. Hela aquí, publicada por la revista Sala de Espera (abril de 2008):
Sala de Espera: ¿Se tomó su tiempo para leer la novela de Rómulo Gallegos y ver en qué se asemeja con la adaptación de Ricardo Hernández Anzola?
[Actriz]: No. No me gusta leer. Sólo me dejo llevar por cada libreto. La historia de Ricardo Hernández es distinta. Es moderna. No es antigua, sino más bien futurista.
Sala de Espera: ¿Ni siquiera le dio curiosidad leerlo para tomar datos de su personaje?
[Actriz]: Leer un libro es volver atrás, y no para adelante.
Una vez, cualquiera de tantos chiquilicuatros de la oposición me dijo que las ideas de Bolívar estaban atrasadas porque tenían 200 anos. La mayoría de las afirmaciones de la oposición no son refutables sino ri-diculizables. ¿Cómo discute uno esa patochada? Como si las ideas fuesen cuestión de la moda que se lleva en la temporada. Entonces no hay ya que leer a Aristóteles porque tiene más de 2000 años. Pregunté al badulaque que así dijo de Bolívar que si había venido en automóvil. Me dijo que sí, y entonces lo puse morado burlándome porque cómo era posible que usara tecnología tan anticuada como la rueda. Que para hablar así de Bolívar debiera usar por lo menos un transportador molecular como el de la serie Star Trek. Ya ves, no son refutables sino ridiculizables. Porque, según eso, el capitalismo por el cual juran, tiene más siglos que Bolívar, para no hablar de su madre patria Estados Unidos, creados antes de que Bolívar naciera.
El año pasado escribí sobre el fascismo extraordinario. El ordinario es el de Hitler ordenando quemar París. Ya no hace falta tal atrocidad. Basta insensibilizarse para la belleza, para la catedral de Notre Dame, para nuestra Aula Magna, para las formidables novelas de Rómulo Gallegos. Lo demás es publicar millones de libros, como estamos haciendo.
rhernand@reacciun.ve - Roberto Hernández M.
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lunes, 1 de septiembre de 2008
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1 comentario:
¡QUÉ IGNORANTE ERES NORKIS! La obra original es la verdadera. Atrás te vas a quedar si sigues con esa ideología estúpida, pero bueno, allá tú. No esperaba menos menos de ti.
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