De lo que veas, podrás hablar...
De lo que oigas, mejor callar,
porque, al final, deberás decir,
me lo contaron, yo no lo vi.
Y aún a lo que vieres ponle cuidado
No sea que la luz te mueva a engaño
mostrándote su mundo equivocado
de imagenes y sombras aparentes.
No juzgues, pues jamás sin haber visto
y aún después de ver modera tu juicio.
No falten nunca espacios a la duda.
que todo bajo el sol tiene su causa
que cada ruido tiene su silencio
que todo movimiento tiene pausa
y sólo Dios entiende de motivos.
domingo, 5 de junio de 2011
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