Las seis y media en la mañana.
Neno!
Ea, neniño; hay que levantarse!
Volveré a pasar en diez minutos
-yo lo pienso, tú lo sabes;
por eso no te apuras demasiado-
Volveré a pasar en diez minutos
Entonces me sentaré en la cama
Hasta confirmar que estás despierto
No te levantarás de inmediato pero ya no tendré que volver.
Cuando mucho, me acercaré a la puerta sin entrar
El desayuno está en la mesa
En cualquier momento aparecerás por la cocina.
Ya no más!
No, por un tiempo
Aunque a veces,
De madrugada, todavía asomo la cabeza por la puerta de tu habitación.
La cama vacía es inútil recordatorio de lo que no he olvidado
"todo pasa y todo queda"
Dijo algún día el poeta
"Todo pasa y todo queda,
Pero lo nuestro es pasar"
Y yo me encuentro a mi mismo
perdido en tiempo y espacio
Susurrándole al silencio:
Ea, neno; hay que marchar!
Por un tiempo, ya no más!
Y te imagino a ti, allá, en la distancia,
Esperando, quizás, a mi segunda llamada
Después del despertador
A sabiendas de que nunca va a llegar.
Ya no hay segundas llamadas
Ni primeras. Ya no más!
Pero tienes un camino.
En su lugar, hay un río que tú debes navegar
Capitán de tus propias naves
Conquistador de tierras y mares
Sigue tu camino y regresa
Cuando quieras regresar
Nunca sabrá Sabina, viejo zorro,
Toda la nostalgia que sembró
Ni alcanzó Janis, en vida, a comprender
lo importante de todo cuanto cantó
Conozco personas que, a diez centímetros, no llegan a tocarse nunca.
Otras, a miles de kilómetros, no llegan a separarse jamás.
... And when we fall, we fall together, not alone!
(a Jorge Luis Dasilva, noviembre, 2017)
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