(Juan de Jesús Reyes)
Desde la cumbre del pensamiento
vas derramando ricas esencias,
lluvias de flores,alborescencias
de sentimientos del corazón.
Y te circundan claros de luna,
átomos de oro de la alborada,
tules y gasas de luz rosada,
nébulas tenues de la ilusión.
Tu canto es beso para la vida,
gorgogear ameno de blanca cuna,
sonrisa dulce de la fortuna,
tierno suspiro que exhala el bien.
Y tu alma ungida de amor del cielo,
de la hermosura goza las galas,
y ávida siempre mueve las alas
hacia una nueva Jerulalén.
Tu le señalas a la inocencia
el borde negro del negro abismo,
llenas la historia de iluminismo
y así el presente y el porvenir.
Tabor parece donde la idea
en luz de lirio se transfigura,
y, como ansiando región más pura,
sube hasta cielo de oro zafir.
Flores que un rico polen fecunda,
fresco rocío, girar del astro,
éter, atmosfera,luciente rastro
que al cielo imprime la exhalación,
íntimos goces, todo lo brindas,
todo lo abarcas, todo, en la esfera
del alma, en donde la primavera
es una eterna resurrección.
Bendita seas tú la que sube
hasta el empireo y entre alboradas
de luces puras aurirrosadas,
mueves las alas y das tu voz.
Benditas seas, hija del cielo,
tú,la que arrullas como paloma
mientras modulas el puro idioma
conque los angeles hablan a Dios.
Juan de Jesús Reyes en PoeSite
lunes, 27 de julio de 2009
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