¡Qué valiente pareces, soldadito,
con tu fusil en la mano!
Qué valiente te ves y ¡qué pequeño!
¡Con qué pasión! ¡con cuánto empeño!
golpeas y haces, de poder, alarde...
Pero aquél, soldadito, que te ordena,
las armas, empuñar contra tu hermano,
más pequeño es que tú ¡y más cobarde!
(A un soldadito hondureño)
(publicado originalmente el 28/06/2009)
sábado, 4 de julio de 2009
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