"Quien tenga algo que objetar acerca de lo que yo escribo, sólo piense y recuerde que: Lo que expongo, es mi experiencia y mi pensamiento; no puedo exponer ni su experiencia ni su pensamiento. Si mi experiencia fuese igual que su experiencia y mi pensamiento fuese igual que su pensamiento, entonces usted sería yo... y de ello, a ambos nos libre Dios."
(José L. Dasilva N., manifiesto personal, xxxx)
"El comunismo no priva a nadie del poder de apropiarse productos sociales; lo único que no admite es el poder de usurpar, por medio de esta apropiación, el trabajo ajeno."
(Marx y Engels, Manifiesto Comunista, 1848)

lunes, 24 de agosto de 2020

Pongo tu nombre al papel...

Pongo tu nombre al papel como tantas otras veces y, como tantas otras veces, el papel me regala una sonrisa; me mira con tus ojos.
Como tantas otras veces, escribo para decir lo que mi voz se calla...
aquello que quizás tú nunca escuches...
aquello que tal vez nunca te diga.



La imagen que en tus ojos se refleja,
mujer, cuando me miras
tiene un algo que conozco;
se me hace familiar pero es distinta
a la imagen que el espejo me devuelve...
El espejo la devuelve tal cual es
tus ojos la reflejan corregida,
retocada por el mágico pincel
del artista que dibuja en tus pupilas.
No soy yo quien en tus ojos se refleja,
mujer, cada vez que tú me miras.
No soy yo.
Es aquel que yo quisiera ser.
Es aquel que nunca fui y no seré,
aunque creas que es a mi, mujer,
a quien ves cuando me miras.

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